Elly De La Cruz fue invitado a su primer Juego de Estrellas de la MLB como parte de las reservas de la Liga Nacional, gracias a una primera mitad de temporada en la que colocó su nombre en el libro de récords de las bases robadas en la instancia.
El campocorto de los Rojos de Cincinnati tiene una línea ofensiva de .247/.339/.464 con 16 dobles, 6 triples (líder de la Liga Nacional), 15 jonrones, 39 carreras remolcadas y 43 bases robadas (también primero en el viejo circuito).
Aunque aún tiene mucho qué mejorar – ya tiene 121 ponches en 336 turnos en 2024 y suma 16 errores en 363 chances defensivas como campocorto -, no es menos cierto que se ha convertido en la cara de la organización escarlata.
De La Cruz se erigió esta campaña en el único pelotero desde 1900 con al menos 65 bases robadas y 50 extrabases durante un año desde su estreno en la instancia.
El ritmo frenético de bases robadas de principio de temporada colocó a De La Cruz con una proyección de 94 estafadas. Aunque la cantidad luce irreal, no es descabellada si nos remontamos al pasado. El récord de más estafadas en las mayores en una temporada la tiene Hugh Nicol, quien en 1887 sumó 138 cojines robados. La leyenda Rickey Henderson, por su parte, fue capaz de robar 130 bases en 1982.
“Estoy muy orgulloso por el trabajo que he venido haciendo. Gracias a todos mis compañeros por su apoyo”, dijo De La Cruz al saber de la invitación.