Tras ya jugarse más de un cuarto de esta campaña, el eléctrico torpedero de los Rojos lleva un paso a convertirse en el quinto jugador en la Era Moderna (desde 1900), y el primero desde Vince Coleman de los Cardenales en 1987, en robarse 100 bases o más. Sus 30 estafadas le dan al quisqueyano una ventaja de casi 20 sobre el resto de los jugadores en MLB y lo coloca por encima de casi más de la mitad de los equipos en las Grandes Ligas. Y aunque De la Cruz es un talento único, no es el simple motivo por este gran cambio (más adelante seguiremos hablando de esto), es posible que pueda ser el indicado en llegar a dichas alturas.
Todavía queda mucho camino en la temporada, con varios obstáculos esperando al infielder en su camino hacia la historia. Pero observando a De la Cruz adueñarse de un partido — como lo hizo con una jornada de cuatro imparables y cuatro estafadas el jueves pasado en el Dodger Stadium — y la posibilidad de convertirse en la próxima y tan esperada figura de MLB en llegar a las 100 bases robadas parece algo realista.