En la mayoría de las ocasiones el sueño de los peloteros dominicanos es resolverle la vida económica a sus padres luego de recibir el bono de firma o el primer cheque tras subir a las mayores.
En general, los jugadores de béisbol latinos vienen de bajos recursos y toman el deporte como una salida a la “situación en casa”.
Se repite mucho la frase de los firmados “a ese cheque yo ni la mano le puse. Se lo di todo a mami/papi para que lo administre y se compren lo que quieran”.
Sin embargo, toda regla tiene su excepción y la diferencia en esta costumbre es Enmanuel Valdez. Hijo de dos profesores, humildes, que le pusieron como prioridad la educación y que hasta el momento no aceptan ayuda económica de su hijo millonario.
“Ellos me dicen que eso es mío, que no necesitan nada mientras estén trabajando. Sólo me dejan pagarles cuando viajan para Boston a verme jugar”, dijo Enmanuel Valdez en una entrevista exclusiva al Listín Diario.
Humberto Valdez es técnico en educación y Cristina Bidó es profesora a nivel inicial.
Ayuda a sus hermanas
Valdez, a pesar de no colaborar directamente con sus padres, ha asumido la carga financiera de sus dos hermanas, a quienes considera como “los dos tesoros de la casa”.
“A ellas les doy todo lo que se merecen. Quisiera con mis padres fuera igual pero no se dejan. Incluso, siempre que hay alguna festividad con mi hija están dispuestos a aportar en lo que me haga falta”, sostuvo el intermedista de los Medias Rojas de Boston.
Valdez lleva 125 partidos en la MLB; 49 en el 2023 y 76 este año. Según Baseball Reference, el dominicano sólo ha devengado 743,500 dólares.
La educación era lo primero
Causa impacto que, durante el proceso de firma de un prospecto la prioridad en su vida no sea jugar béisbol. Y otra novedad en esta historia de Enmanuel Valdez es esa. Sus padres, Humberto y Cristina tenían los estudios del infielder de primero en su lista de responsabilidades.
Narra Valdez que, poco antes de cerrar su acuerdo con los Astros de Houston, tenía que salir de la academia del equipo hasta la escuela donde tomaba las clases. De Guerra, lugar de la Academia de Houston en ese momento, hasta San Juan de la Maguana, lugar de nacimiento de Enmanuel.
“Lo primero en casa era las clases. Nada era más importante que yo y mis hermanas hiciéramos las tareas. Se sentaban con nosotros para verificar que todo era correcto”, añadió Valdez, quien está con las Estrellas Orientales desde el inicio de la temporada de la Lidom.
Las Estrellas Orientales están en el tercer puesto en el standing de la Lidom, con nueve victorias y diez derrotas, sin contar el resultado de esta noche.
En 15 partidos, batea .172 con un cuadrangular, tres impulsadas y cinco boletos.