El debut de la selección Sub 23 argentina de fútbol resultó un papelón olímpico. En un partido cargado de emociones, el equipo de Javier Mascherano estuvo en desventaja 2-0 ante Marruecos, pero logró descontar primero gracias a un gol de Giuliano Simeone y alcanzó el empate 2-2 en la agonía del partido gracias a un tanto de Cristian Medina. Tras esa conquista el partido tuvo que suspenderse por la invasión de hinchas africanos y por los objetos que les arrojaron a los futbolistas argentinos; incluso, hasta una bomba de estruendo cayó a centímetros de Julián Álvarez. Pero no todo estaba resuelto, porque una hora y media después, el árbitro sueco Glenn Nyberg determinó que el partido debía reanudarse para disputar tres minutos y en el retorno de los equipos revisó la acción del tanto argentino, que finalmente fue anulado por un offside de Bruno Amione. Se completaron los tres minutos y se concretó la victoria de Marruecos por 2-1. El entrenador argentino.
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