Es lamentable ver cómo el personal de seguridad de los Dodgers trató a la fan que atrapó el histórico jonrón de Shohei Ohtani. Las tácticas agresivas y las amenazas para obligarla a entregar la pelota a cambio de una oferta baja son inaceptables.
Ambar Román y su esposo fueron sometidos a una presión indebida y se les negó la oportunidad de tomar una decisión informada sobre el destino de la pelota. Además, la amenaza de no autenticar la pelota si decidían conservarla en su posesión es especialmente problemática y parece ser un intento de manipulación.
Esperemos que los Dodgers investiguen este incidente a fondo y tomen medidas adecuadas para rectificar la situación. Todos los fanáticos merecen ser tratados con respeto y consideración, especialmente cuando se encuentran en una situación tan emocionante como atrapar un jonrón histórico.