Con una sonrisa en el rostro, Aaron Judge reveló buenas noticias sobre los resultados de las pruebas médicas a las que fue sometido después de haber recibido un golpe durante su turno al bate el martes por la tarde en MLB.
Los Yankees de Nueva York pudieron respirar aliviados después de que las radiografías no mostraran ningún daño ni fractura en la mano de Judge, quien fue golpeado por una bola rápida a 94 mph, causándole un dolor visible en el momento y llevándolo a ser retirado del juego.
El club había anunciado que se realizarían más pruebas en el hospital para descartar cualquier daño estructural, lo cual era una preocupación seria dado el histórico de lesiones de Judge.
“Es un gran alivio”, expresó Judge. “Después de haber sido golpeado allí hace unos años y haberme roto la muñeca, nunca se sabe qué va a pasar. Así que descubrir que no hay fractura ni nada roto es definitivamente un suspiro de alivio”.
Judge, quien lidera las Grandes Ligas en jonrones (26), carreras impulsadas (64), porcentaje de slugging (.687) y OPS (1.115), indicó que aunque aún experimenta algo de hinchazón en la mano y el meñique donde fue golpeado, puede sujetar un bate.
“Cada vez que te golpean a esa velocidad, especialmente en la mano donde hay tantos huesos y ligamentos pequeños, nunca sabes qué va a pasar”, comentó Judge.
El manager Aaron Boone estaba de camino al Yankee Stadium cuando ocurrió el incidente, asistiendo a la graduación de secundaria de su hijo. Brad Ausmus, el coach de banca, tomó las riendas hasta que Boone llegó al estadio durante el juego. Fue Brian Cashman, el gerente general, quien le informó a Boone sobre lo que estaba sucediendo en el campo mientras conducía.