La lucha de Randy Arozarena por salir de su prolongado slump ha sido evidente, pero lamentablemente, sus esfuerzos no han dado frutos hasta el momento. Arozarena, quien brilló como una estrella en la segunda mitad de la temporada pasada de MLB y en el Clásico Mundial de Béisbol representando a México, ha visto cómo su desempeño ha ido decayendo lentamente.
Después de 23 juegos disputados en la temporada 2024, el jardinero cubano-mexicano apenas registra un promedio de bateo de .149, con solo dos cuadrangulares y seis carreras impulsadas.
Según un artículo de Marc Topkin del Tampa Bay Times, Arozarena ha intentado desesperadamente ajustar su enfoque, tratando de dirigir sus batazos hacia la banda contraria, especialmente hacia el jardín derecho. Sin embargo, este cambio de estrategia no ha dado resultados positivos. En los últimos cinco juegos, Arozarena solo ha conectado un imparable en 18 turnos al bate, y ha acumulado ocho ponches en ese lapso.
Esta situación refleja la frustración y el desafío que enfrenta Arozarena en su intento por recuperar su forma y brillar nuevamente en el diamante.
