El trago amargo para un lanzador de Detroit y Miguel cabrera se come con yuca al ampáyer (VIDEO)

El trago amargo para un lanzador de Detroit y Miguel cabrera se come con yuca al ampáyer (VIDEO)

Fue un 2 de Junio del año 2010, sin duda una fecha que jamás se olvidará en la historia de la MLB, el pitcher venezolano Armando Galarraga lanzaba ocho entradas y dos tercios en forma impecable, estaba a punto de escribir historia, pero muchas cosas pasarían cuando enfrentó al bateador número 27.

Faltaba solamente un out para lograr el juego perfecto cuando aparecía en la caja de bateo el novato Jason Donald quien conectó una rola al primera base Miguel Cabrera, mismo que atacó bien la rola y lanzó la bola al mismo Galarraga que salió a asistir en la primera, sin embargo lo que parecía terminaba en una gran celebración, se convertiría a la postre en una de las jugadas que generaría más controversia y molestia en la historia del beisbol de la Gran Carpa.

El umpire de primera base, el señor Jim Joyce, marcaba “safe”, quitándole así la perfección al juego, esto ante las miradas de asombro de jugadores de ambos equipos, así como miles de aficionados que no podían creer lo que en ese momento estaba pasando.

Mientras tanto, otra gran cantidad de seguidores que estaban observando el juego por televisión, checaban la jugada mediante las repeticiones por parte de las cadenas televisivas en las cuales podía comprobarse que la jugada había terminado en un claro out y por tanto aquel debería de haber sido un juego perfecto.

A final de cuentas, se anotaría como infield-hit el batazo del novato Donald y Galarraga tendría que enfrentar al siguiente bateador, retirándolo sin problema para completar así un juego con un solo hit registrado en la anotación oficial, un imparable que no lo era pero que terminó por cambiar la historia de aquel encuentro.

Para lograr dicha hazaña, Armando Galarraga realizó 88 lanzamientos, 67 de ellos strikes, lo que lo llevó a conseguir la victoria 3 carreras a 0 sobre los Cleveland Indians en el Comerica Park de Detroit.
Posterior al juego, Joyce, umpire de la primera base expresaría lo siguiente: “Esta iba a ser la más grande sentencia de mi carrera, la pateé”, declaró entre lágrimas, “Yo le costé a ese muchacho un juego perfecto”.

Tiempo después, el propio Joyce se disculpó de forma directa con Galarraga, aceptando que la decisión que tomó fue incorrecta, Galarraga por su parte aceptó las disculpas del umpire con mucha dignidad, diciendo posteriormente: “Nadie es perfecto”.

Los spikes utilizados por el venezolano ese día fueron donados al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, esto como reconocimiento a su destacada labor en aquel juego, igualmente se encuentra la almohadilla de primera base de ese encuentro. Además, como reconocimiento a la gran actitud del lanzador venezolano, se le obsequió un Corvette rojo, regalo que jamás le recompesará el robo tan grande del que fue víctima.

Comments

No comments yet. Why don’t you start the discussion?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *