Lo que sabemos sobre los cargos contra Sean Combs

Combs fue acusado de dirigir una “empresa criminal” que incluía tráfico sexual y asociación delictiva. Está detenido en una cárcel federal.

El magnate del hip-hop Sean Combs fue acusado el martes, un día después de su detención, de tráfico sexual, asociación delictiva y transporte para ejercer la prostitución ante un tribunal federal de Manhattan.

Combs, de 54 años, se declaró no culpable de los cargos y permanecerá detenido a la espera del juicio. Una jueza de primera instancia denegó la solicitud de libertad bajo fianza presentada por su equipo legal, citando los problemas de ira de Combs y su historial de abuso de sustancias, y un juez de distrito confirmó la decisión, diciendo que Combs suponía un riesgo de manipulación de testigos y era un peligro para la seguridad de la comunidad.

Combs se forjó una carrera como productor musical y artista de alto nivel, y durante décadas ha sido elogiado como uno de los arquitectos del auge comercial del hip-hop. Pero su legado se ha entremezclado con acusaciones de violencia sexual.

En el último año, una serie de demandas civiles en las que se le acusaba de agresión sexual y otras denuncias de conducta sexual inapropiada salieron a la luz pública, y su imperio empresarial empezó a desmoronarse al convertirse en objeto de una investigación federal. En marzo, agentes federales allanaron dos de sus domicilios en Los Ángeles y Miami Beach.

Esto es lo que sabemos sobre los cargos contra Combs.

Debido a que se le ha negado la libertad bajo fianza, se ordenó que Combs permanezca en un centro de detención federal de Brooklyn hasta que se realice el juicio, aunque es posible que sus abogados sigan intentando apelar esta decisión. Actualmente se encuentra en el Centro de Detención Metropolitano, una imponente estructura de hormigón en Brooklyn que alberga a más de 1200 personas. Tiene fama de estar en malas condiciones y sus abogados lo han calificado de “horrible”, pero los funcionarios federales han dicho que se han introducido mejoras.

Normalmente se toman precauciones especiales con los acusados de alto perfil como Combs. Ha sido asignado a una unidad de alojamiento especial en la que también se encuentra el magnate de las criptomonedas Sam Bankman-Fried, quien fue condenado por fraude pero ha apelado el veredicto.

Los fiscales dijeron en una acusación formal que Combs ha sido el cerebro de una empresa criminal desde al menos 2008 que incluyó a sus empleados y que participó en actividades de secuestro, trabajos forzados, incendios provocados y sobornos.

Según el gobierno, Combs utilizaba la fuerza, las amenazas y la coacción para manipular a las mujeres en lo que él llamaba freak offs: “espectáculos de actividad sexual altamente orquestados” en hoteles y otros lugares en donde se distribuían drogas y podían durar días. Según el gobierno, en estos eventos se drogaba a las mujeres para mantenerlas “obedientes” y se las forzaba a mantener relaciones sexuales con prostitutos, algunos de los cuales eran transportados de otros estados.

Los fiscales dijeron que Combs observaba estos eventos, a veces mientras se masturbaba y grababa video. Según el gobierno, Combs utilizaba esas grabaciones como garantía para mantener una cultura de silencio y obediencia.

También dijeron que las mujeres creían que no podían negarse a sus exigencias sin sufrir abusos físicos o emocionales, o sin temer que se pusiera en peligro su seguridad económica o laboral. Los fiscales alegaron que Combs mantenía el control sobre las mujeres rastreando su ubicación, dictando su apariencia, controlando su información médica y suministrándoles drogas.

La acusación federal no proporciona detalles de la acusación de incendio provocado. Pero en otros documentos judiciales, los fiscales describieron una secuencia de eventos similares a los de una querella que afirmó que Combs ejecutó un plan para incendiar un automóvil propiedad de Kid Cudi.

Combs fue acusado de un cargo de conspiración de actividades criminales organizadas, que conlleva una pena máxima de cadena perpetua; un cargo de tráfico sexual por la fuerza, fraude o coacción, que conlleva una pena mínima obligatoria de 15 años de prisión; y un cargo de transporte con fines de prostitución, que conlleva una pena máxima de 10 años de prisión.

Los documentos judiciales revelaron nuevos detalles sobre las redadas en los domicilios de Combs en Florida y California. Según los documentos, “las fuerzas del orden incautaron diversos suministros de los Freak Off, incluidos narcóticos y más de mil botellas de aceite para bebé y lubricante”. Los agentes también encontraron nueve armas estilo AR-15 en su residencia de Miami Beach, tres de ellas con los números de serie borrados.

En el video de la casa de Combs que muestra las consecuencias de la redada, publicado por TMZ, se ven artículos personales desbordando los armarios y un conjunto de estanterías vacías con tres Grammys de Combs en la parte superior.

Combs fue interceptado ese día en un aeropuerto de la zona de Miami cuando se disponía a partir hacia las Bahamas, según una persona con conocimiento del asunto, que señaló que los agentes federales le retiraron varios dispositivos electrónicos. Combs cooperó con las autoridades y no fue detenido, dijo su abogado.

Las descripciones de los hechos en la denuncia penal reflejan las acusaciones formuladas en una demanda introducida el año pasado por Casandra Ventura, exnovia de Combs y artista fichada por su discográfica, Bad Boy, bajo el nombre de Cassie.

Ventura acusó a Combs de violación, maltrato físico y relaciones sexuales forzadas con prostitutos. La demanda se resolvió solo un día después, y tanto Combs como Ventura dijeron que su disputa se había resuelto “amistosamente”.

CNN publicó en mayo unas imágenes de una cámara de vigilancia que parecían mostrar a Combs agrediendo físicamente y pateando a Ventura de una manera consistente con las acusaciones que ella hizo contra él en la demanda en la que Ventura describió un incidente ocurrido en 2016 en el Hotel InterContinental de Los Ángeles. El video mostraba a Combs agarrando a Ventura y tirándola al suelo, dándole dos patadas y comenzando a arrastrarla por el pasillo por su sudadera.

Dos días después, Combs se disculpó en las redes sociales. “Es tan difícil reflexionar sobre los momentos más oscuros de tu vida, pero a veces tienes que hacerlo”, dijo Combs en su video de disculpa, que publicó en Instagram. “Toqué fondo, pero no pongo excusas. Mi comportamiento en ese video es inexcusable. Asumo toda la responsabilidad por mis acciones en ese video. Estoy asqueado. Estaba asqueado cuando lo hice. Estoy asqueado hoy”.

En los meses posteriores a que Ventura demandara a Combs, cinco mujeres presentaron demandas alegando agresión sexual, y otras tres querellas incluyeron acusaciones de conducta sexual inapropiada. El martes, una mujer presentó una demanda que decía que Combs y uno de sus guardaespaldas la habían drogado y violado en su estudio de grabación en 2001.

Sus abogados están emprendiendo esfuerzos contra todas las demandas en los tribunales.

Combs ha negado todas las acusaciones en su contra y se ha declarado no culpable de los cargos penales. En una declaración publicada el día en que se presentó la cuarta demanda contra él, Combs dijo: “Permítanme ser absolutamente claro, no hice ninguna de las cosas horribles que se alegan. Lucharé por mi nombre, mi familia y por la verdad”.

Tras la detención de Combs, uno de sus abogados, Marc Agnifilo, se dirigió a los periodistas a las puertas del tribunal federal. “Va a luchar contra esto con toda su energía y toda su fuerza, y con la plena confianza de sus abogados”, dijo Agnifilo. “Y espero una larga batalla con un buen resultado para Combs”.

Un día después de las redadas, otro de los abogados de Combs, Aaron Dyer, criticó la estrategia del Departamento de Seguridad Nacional, llamándola un “uso excesivo de la fuerza de nivel militar” y una “emboscada sin precedentes”.

“No ha habido ningún hallazgo de responsabilidad penal o civil con ninguna de estas acusaciones”, dijo Dyer en un comunicado.

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