Toni Kroos no había hablado hasta ayer de la controvertida jugada del España-Alemania de cuartos de final de la Eurocopa en la que Marc Cucurella tocó el balón con la mano sin que el colegiado señalara penalti, lo que provocó un alud de enojo en el país anfitrión. Incluso hubo una estéril campaña para que se repitiera el partido.
En su podcast ‘Einfach mal Luppen’, el ex madridista dice que, aunque en un primer momento no lo vio claro, después sí y se acabó enfadando. “Me he contendido hasta hoy…”, ha dicho sonriendo antes de afirmar: “No lo vi en absoluto, no estaba en condiciones de ver que se trataba de una mano relativamente clara, por lo que no estaba molesto con el árbitro en ese momento. Por supuesto, luego presté atención al árbitro. Él opinó que ni siquiera tenía que mirarlo”. “Sólo me enfadé cuando lo vi después, así que… (Kroos paró y respiró fuerte)… dejémoslo así”.
Kroos intuye por qué el árbitro tomó esta decisión. “En el campo confié erróneamente en él. Creo que al menos debería haberlo mirado. Pero creo que el problema es que sabía que si lo miraba, tenía que darlo”. “Los propios árbitros no saben al 100 por ciento cuál es la interpretación. Al final lo único que pudimos hacer fue aceptarlo”.